martes, 6 de noviembre de 2007

La Era del Deshumanismo

Al terminar un mundo y gestarse otro, la misión de la generación saliente es incorporar tradiciones del viejo al nuevo con el fin de rescatar el trabajo realizado por la humanidad a lo largo del tiempo, esto se lleva a cabo a través del traspaso “padre-hijo” mediante la educación familiar fundada en valores propios de la época; sin embargo se puede dar un grave problema, la generación víctima del cambio (o sea que en términos figurativos podríamos decir “los padres”) en el momento que están frente a la caída de un modelo y el levantamiento de otro, pueden quedar en constante vaivén, pues los parámetros con los que se han desarrollado a lo largo de su existencia ahora desaparecen y entonces se hace imposible seguir un rumbo fijo, es durante esta instancia en que el padre no puede heredarle a su hijo elementos de la cultura que él vivió, y éste último, alejado de los sabios consejos de una cultura más experimentada, no tendrá noción de porque busca un cambio, y entonces la creación de una nueva cultura se hace desastrosa, pues no se tiene conocimiento alguno del pasado, de lo que debe continuar y también renovar, entonces pretende escribir nuevas costumbres sobre las antiguas en completa ignorancia , terminando de forma abrupta y volcándose en forma contraria; es el momento en que la salvación puede propiciar su autodestrucción, así como el humanismo renacentista, que tras sus éxitos en la época moderna, fracasa de manera rotunda en la edad contemporánea.

Siglo V. bárbaros y católicos sumen al mundo occidental en un dogmatismo extremo, privando de absoluta libertad, razonamiento y corrientes antropocéntricas a los libres pensadores griegos y romanos; mueren miles, unos en las guerras de religiones, otros por el santo oficio, cuantos millones por la peste bubónica (la iglesia no permitió el uso de medicina y lo dejó en manos de Dios), centenares de asesinados por las bandas bárbaras que azotan los caminos. Miedo y odio se vivirán durante siglos en todos los rincones allá donde habita el hombre occidental, es la era de la postración científica, filosófica y artística, pero paso a paso pensadores y visionarios ya cansados de haber abandonado tanto al hombre por la figura de Dios, irán uniendo distintas corrientes y postulados para forjar una sola ideología: el humanismo.

Brillan nuevos tiempos en Europa, estamos a las puertas de una era de invenciones y descubrimientos: América y África, la imprenta, navegación, física y tantas otras. Siguiendo estos nuevos ideales, formulados en el ocaso del medioevo, durante la época moderna se lograrán un sinnúmero de éxitos: la emancipación de las naciones, abolición de la esclavitud, el derrocamiento de la monarquía, introducción de nuevos métodos de producción que desencadenarán las dos revoluciones industriales. El hombre moderno obtuvo un equilibrio entre lo enseñado por la cultura medieval y las para ese entonces “nuevas corrientes”, con esto consiguió a través de tres siglos llevar a cabo sus intenciones. No obstante el predecesor de esta era, el hombre contemporáneo, luego recibir un mundo de hombres libres en el que las ciencias y humanidades abundaban en las universidades, cometió el error más trágico y fatal de los tiempos, el no preocuparse de escuchar a sus padres los “modernos” (el término parece contradictorio pero hace alusión al hombre de la era moderna). Estos tampoco lograron transmitir las enseñanzas a sus hijos, pues ante una humanidad cada día más liberal, no lograron encontrar el rumbo tras haber vivido en una era mucho más conservadora de lo que ahora se les presentaba, perdiendo toda ruta y viéndose inválidos ante la posibilidad de integrar algunos de sus elementos a esta nueva forma de pensar, comenzaba la edad contemporánea.

Entramos a una época llena de excesos: el abuso del proletario que llevó a la llamada “cuestión social”, el crecimiento de la libertad y rebeldía en Europa que hará surgir su contrapuesta provocando el alzamiento de las autocracias, la sobreexplotación de los recursos naturales con fines bélicos que sustentarán el desarrollo de la primera y segunda guerra mundial además de los artefactos nucleares; la competencia económica excesiva a la que se somete el hombre, la cual provocará el aumento de los índices de suicidio y depresión; el sobrealza de la investigación científica que pondrá en segundo plano el estudio de las ciencias sociales, concluyendo con el apoco y descalificación de los desarrollos intelectuales en materias humanistas (en nuestra misma institución hoy se nombra a los alumnos del área humanista como estudiantes mediocres que se dedican a perder el tiempo, con el argumento de que se instruyen en algo que al mundo de hoy le es inservible).

Lo que inició como un humanismo liberador en los finales de la edad media, se fue trasgiversando de tal forma que hoy en pleno auge de la era contemporánea estamos frente a una realidad esclavizante y condicionante, totalmente opuesta a lo buscado con su formulación en el siglo XVI; así también lo postulan distintos filósofos de nuestra época, tal como Marx, que sitúa al hombre en una posición de esclavo de la sociedad misma, entonces el que un día se autoproclamó libre es ahora solo un súbdito de los condicionamientos económicos y sociales. Nietzsche propone al hombre completamente libre, no tendrá elemento alguno que le restrinja (el asesinato de Dios), esto le hará caer en la perdición de los vicios y excesos, acabándose a mano de su propia libertad, y con este pensamiento terminará transformándola en antagónica y enemiga de toda la humanidad (bajo estos postulados líderes como Hitler se aferraron y posteriormente alzaron sus ideologías) ; Darwin detiene el abuso de superioridad que se vive (el hombre para este tiempo ya ni siquiera se considera lo más importante, sino que TODO), nos plantea como un animal de los tantos otros que viven y tienen derecho a subsistir en la naturaleza en la que estamos contenidos, ya no somos tan libres, pues la misma naturaleza condiciona una variedad de aspectos de nuestra existencia y le debemos respeto, estamos en un craso error al mirar en menos lo que se hace día a día con el planeta y no tomarle importancia a las matanzas o contaminaciones, pronto como esclavos seremos azotados por los látigos de los fenómenos temporales y día a día estaremos en sufrimiento (es cosa de ver el mundo hoy, y lo que se le pronostica para mañana). Freud también integra otro elemento esclavizante, nuestra mente, es esta la que entre traumas y miedos nos infringirá daños permanente, producto de la poca preocupación por el estado emocional y el solo refuerzo de la parte intelectual.

Finalmente nos damos cuenta que nos liberamos solo para esclavizarnos una vez más, nuestra mente, naturaleza, sociedad y ansias día a día nos esclavizan, consecuencia de que hemos abandonado los estudios propios del hombre, dejando a la humanidad para después y solo preocuparnos del progreso e innovación material; debemos re-fundar el humanismo, tal como hombres de la época moderna se lo propusieron y alcanzaron el éxito, nuestra misión es formular corrientes de pensamientos que nos comprometen con el bien del hombre, y por sobre todas las cosas, con nuestras emociones.

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